miércoles, 3 de marzo de 2010

"Daybreakers" de Michael y Peter Spierig(2009)

Estamos en el año 2019 después de que una plaga haya convertido a la mayor parte de la población mundial en vampiros. Con esta premisa post apocalíptica comienza este film dirigido por los gemelos nacidos en Alemania y criados en Australia Michael y Peter Spierig. La idea conceptual del largometraje consiste en que la raza humana ha perdido el control del planeta y son dominados por vampiros. Son perseguidos y esclavizados por los no muertos para usar su sangre como alimento, pero el problema surge al comenzar a escasear los humanos y las empresas que tienen el monopolio de la alimentación sanguínea se ven en la necesidad de hacer un substituto de sangre para continuar con su beneficioso negocio. El planteamiento es interesante pero nada original, ya que varias películas se han servido de este reverso de la humanidad con respecto a otras civilizaciones. Ya sea por simios en la genial “ Planet of the apes” de Franklin J. Schaffner, por máquinas en la brillante “Matrix” de los hermanos Wachowski, o por seres robotizados en la decepcionante “ Terminator Salvation” la cuarta entrega de la saga dirigida por McG.
Pero aunque no sea una idea nueva, siempre tiene su interés el contemplar como los humanos son sometidos por otras civilizaciones. Pero el problema de este film es que quiere ser lo que no es, al divagar a medio camino entre la serie b al más puro estilo carpenteriano, y en la ciencia ficción más sofisticada a lo Philip K Dick. Y no consigue acercarse a ninguna de ellas, al no tener las desoladoras y geniales atmósferas de por ejemplo “1997 rescate en Nueva York” del mencionado Carpenter, ni una trama bien coordinada y estructurada como “Minority Report” de Spielberg. Quiere ser ingenua y centrarse en la acción más salvaje, e intenta tener al mismo tiempo un guión admirable con giros y resoluciones sorpresa, y al no estar equilibrada ni bien contada en su diégesis narrativa, lo único que consigue es una mezcla acelerada de imágenes y situaciones. Las secuencias de acción están muy mal planificadas rozando el ridículo, al usar una fragmentación en el montaje torpe con una larga cantidad de planos inverosímiles e innecesarios, que consiguen no seguir con claridad la escena.
Mientras más avanza la resolución de la trama peor es el film, al incluir innovaciones en la mitología vampírica absurdas y ridículas. Y llama mucho la atención porque en el planteamiento inicial había surgido una idea brillante, los vampiros al irse agotando las existencias de sangre sufren una metamorfosis en su cuerpo transformándose en una especie de monstruos zombies terroríficos. Pero como desgraciadamente viene siendo habitual en el cine comercial moderno, es una idea desaprovechada y no tiene apenas repercusión en la concepción fílmica de su estructura formal y argumental.
Después de presentarse en escena las metamorfosis vampíricas, aparece en pantalla un hombre que perteneció a los no muertos que de una manera epifánica, volvió a ser un humano al exponerse a la luz del sol después de tener un accidente de automóvil y desprenderse en un río. A partir de aquí se irán desarrollando nuevas formas de curación utilizando la luz solar y desencadenarán en lamentables propuestas de guión y visuales en el precipitado tramo final.
Los cineastas Spierig han intentado crear unas nuevas tesis dentro de la mitología del mundo de los vampiros, y al ser incoherentes y banales solo consiguen una lamentable película de género que posiblemente y merecidamente quedará en el olvido.

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