martes, 4 de agosto de 2020

"Blast of Silence", (Allen Baron, 1961).

Un tren circulando y saliendo desde la oscuridad de un túnel, al mismo tiempo un asesino a sueldo que viaja en él llamado Frankie Bono, recuerda su dolor al nacer en la negritud del silencio y en la soledad, a través de una extraña voz en off en tercera persona que no remite a ningún personaje, con claras resonancias a la utilizada por Jules Dassin en "La ciudad desnuda" de 1948.
Con este extraordinario prólogo, el director, guionista y protagonista del film Allen Baron, va a realizar su gran obra maestra del noir dentro del new american film, (cine independiente norteamericano surgido en los sesenta), y nos va a contar la solitaria y trágica historia de un asesino a través del dolor, el silencio, la oscuridad y el azar, sumergiéndonos dentro de la ciudad de Nueva York con una maravillosa atmósfera casi documental. La película ha sido la gran influencia para la creación de las obras maestras posteriores reconocidas por sus autores, tanto por Jean Pierre Melville para su "Le samourai" de 1967 y por Martin Scorsese para su "Taxi driver" de 1976.
Frankie llega a Nueva York desde el tren y se instala en un hotel. Va a ver a su primer contacto para recibir un encargo, eliminar a un capo mafioso llamado Troiano. Le dan la mitad del botín, la otra al finalizar el trabajo. Frankie nació solo, fue entregado a un orfanato y años más tarde asesinaron a su jefe de la empresa donde trabajaba. Su vida ha sido siempre de dolor y sufrimiento, pero ha aprendido a canalizar su odio y sacarlo hacia afuera cuando le conviene. Ahora es un asesino a sueldo y utiliza ese odio para matar a gente indeseable. Su vida es la soledad y el silencio, así se siente a gusto. No le gustan las multitudes ni relacionarse con nadie. Comienza a seguir a Troiano en unos extraordinarios travellings laterales por las calles de la gran manzana. La gente es filmada sin saberlo, esto otorga a la narración una sensación de realismo muy similar al neorralismo italiano, pero al mismo tiempo se fusiona a la perfección con una fotografía con los clarososcuros típicos del género noir y con una   música tanto diegética como extradiegética excepcional. Estamos en época navideña, la enigmática y envolvente voz en off sigue contándonos las andanzas de Frankie. Ahora va a ver a su segundo contacto, un traficante de armas apodado Big Ralph que vive cuidando ratas para comprarle una pistola. Tras una larga charla llegan a un acuerdo, se le entregará el arma en un tercer contacto. Frankie descubre que Troiano tiene una amante y la visita muy a menudo a su casa. Ya tiene el lugar para eliminarlo. Pero en estas fechas navideñas el mafioso las celebra con su familia. Decide esperar. Va a comer a un restaurante y el azar hace que un antiguo compañero del orfanato y su hermana lo vean y le invitan a pasar la Nochebuena a un local nocturno. La chica ya le gustó en el pasado y se muestra interesado en ella otra vez. No le convence el relacionarse con nadie porque siempre le ha conducido al dolor, pero se siente atraida por ella y va a visitarla también el día de Navidad. Pasadas las fiestas vuelve al trabajo y otra vez el azar hace que se encuentre con Big Ralph mientras vigila a Troiano en un garito. Él no lo sabe pero este encuentro será su final. Este le chantajea que quiere más dinero por el arma y en una maravillosa secuencia a través de la oscuridad y el silencio de la noche, Frankie cansado de su chantaje y amenazas lo asesina en su casa. Las ratas por el suelo nos remiten de forma literal lo que el traficante era, una auténtica rata de alcantarilla. Frankie asustado porque la polícia no le atrape por este crimen telefonea a su primer contacto para abandonar el trabajo, pero no le dejan y además le advierten que esto le traerá consecuencias. Una clara advertencia sobre su fatal destino que vendrá. Tras inspeccionar el domicilio de la amante de Troiano y después de haber recogido su pistola va a ver a su chica y descubre que tiene pareja. Frankie se enfada porque era su única vía de escape, lo ha intentado pero a fracasado, pero en realidad al mismo tiempo siente satisfacción porque así puede continuar con su solitario y negro mundo para no sufrir al relacionarse con nadie. Tiene que terminar su trabajo, y finalmente lo concluye de forma brillante en una genial escena con sombras y planos cortos del verdugo y la víctima. Ahora toca recibir la otra mitad del dinero con el primer contacto, pero su mayor felicidad le va a llegar en forma de muerte. Le traicionan y lo asesinan. Ya se lo advirtieron tras el asesinato de Big Ralph, era su fatal destino. Ahora ya está en la total soledad de la oscuridad y ya no sufrirá más. Nació solo y ha muerto de igual forma. En la negritud del silencio al morir ha alcanzado la perfección de lo que irremediablemente era su trágico desenlace existencial.
Una de las grandes obras maestras del noir de presupuesto bajísimo y dentro del cine independiente, totalmente desconocida al ser un fracaso de taquilla en su día y no llegar casi ni a estrenarse fuera de Estados Unidos, pero es una auténtica joya de Allen Baron, que desgraciadamente solo pudo realizar otro film más titulado "Terror in the city" y después se dedicó íntegramente a la televisión.

viernes, 24 de julio de 2020

"Un marido rico", ("The Palm Beach Story", Preston Sturges, 1942).

Una pareja llega inexplicablemente tarde al día de su boda y acaban casándose sus respectivos hermanos gemelos bajo el rótulo de vivieron felices, o no?
Con este misterioso y brillante prólogo sin diálogos en el que solo al final del film entenderemos su significado, el maestro de la comedia sofisticada Preston Sturges realiza una de sus grandes obras maestras combinando a la perfección el más puro slapstick con el romanticismo, contándonos el eterno debate del amor verdadero frente al más material de la riqueza.
Tras cinco años de matrimonio, la pareja protagonista compuesta por Tom y Gerry, (Joel McCrea y una extraordinaria Claudette Colbert), están arruinados. Él intenta vender sin éxito el proyecto de un aeropuerto sobre una ciudad. No pueden ni pagar el alquiler de su casa y por ello su propietario enseña la vivienda aún estando ellos dentro a un matrimonio con un viejo medio sordo apodado el rey de las salchichas. En una famosa escena, el viejo encuentra a Gerry en la bañera escondida y acaba pagándole todas sus deudas, incluido el alquiler. Tom llega a casa y aun les queda parte de ese dinero y lo invierten para ir a cenar y pasar una noche romántica. Pero ella ya ha decidido dejarle para poder prosperar casándose con un millonario y así poder salir de la pobreza. Quiere ir a Palm Beach, el lugar donde las parejas se divorcian. Aqui da comienzo la parte más slapstick y alocada de la película. Ella huye de casa y él la persigue. La persecución empieza en las escaleras y el ascensor, pasando por un taxi y finaliza en la estación donde ella consigue que le paguen el billete en tren hacia Palm Beach un extraño club de cazadores. El viaje en tren es una auténtica locura y Sturges desarrolla unas extraordinarias secuencias alocadas donde los cazadores borrachos realizan prácticamente una noche de caza con su respectiva búsqueda de la presa con sus perros, todo ello dentro de los vagones. Ella que es esa presa asustada, se instala en otro departamento del tren y conoce a Hackensacker III, (Rudy Vallee), un millonario con el que finalizará su viaje hacia Palm Beach en su yate. Su hermana, la princesa Centimillia, (una genial Mary Astor), les espera allí. Gerry ya tiene lo que quería un rico para contraer matrimonio. Tom no está dispuesto a perderla y viaja en avión también al mismo lugar. Sturges nos va a plantear ahora el esquema habitual de género con sus cambios de identidades y enredos en el argumento, volviendo a pausar el tono narrativo tras esta frenética parte central. Tom y Gerry se harán pasar por hermanos frente a los personajes de Hackensacker y su hermana que quieren casarse con ellos por motivos muy diferentes. El multimillonario que va a contracorriente de lo habitual quiere casarse con Gerry por amor verdadero y en cambio su hermana quiere a Tom por diversión, ella se ha casado cinco veces antes y disfruta cazando a hombres casados. Aqui continúa la gran dicotomía que plantea Sturges durante todo el relato, es mejor el amor real y de corazón aun estando en la pobreza? O resulta más efectivo el amor más material por conveniencia? Tras una noche de cena y baile todo parece que nos va ha conducir hacia lo segundo, pero tras una maravillosa secuencia donde Hackensacker canta románticamente con una orquesta bajo el balcón de Gerry, ella vuelve a caer en los brazos de Tom, repitiendo la misma escena que en la noche romántica del principio del film, pero ahora ella decidiendo quedarse con Tom en vez de abandonarlo. Sturges ya ha elegido su moraleja final, es mejor el amor verdadero porque la pasión de una pareja es lo más importante y ninguna riqueza puede romperla. El director va a cerrar el film con un extraordinario desenlace, que como decía al comenzar mi critica, nos resuelve también su prólogo. Tras descubrirse que Tom y Gerry no son hermanos y que quieren seguir juntos, tanto Hackensacker como su hermana lo aceptan tranquilamente, (algo parecido al celebre "Nadie es perfecto" que emplearía años más tarde Billie Wilder en "Con faldas y a lo loco"). Seguidamente al mismo tiempo que los espectadores, descubren que Tom y Gerry tienen hermanos gemelos y acabarán casándose con ellos. En un maravilloso plano general vemos a las tres parejas en plena ceremonia matrimonial en la iglesia. Igual que al principio un rótulo nos vuelve a decir, felices para siempre, o no? No se puede finalizar mejor esta deliciosa historia.
Una gran obra maestra de Sturges que con "Las tres noches de Eva" y "Los viajes de Sullivan" conforman su extraordinaria trilogía dentro de la comedia sofisticada de los años cuarenta.

viernes, 17 de julio de 2020

"Sangre y arena", ("Blood and sand", Rouben Mamoulian, 1941).

La vida de Juan Gallardo, (Tyrone Power), un torero que desde la pobreza alcanzará la fama y a través de la pasión y la obstentación llegará su inevitable declive y su fatal destino.
Con este argumento el extraordinario cineasta Rouben Mamoulian, va a realizar una de sus grandes obras maestras donde nos cuenta a la perfección el elevado precio de la fama, desde su auge y caida, y la maldad del pueblo que desde su ignorancia y analfabetismo vanaglorian tan cruel espectáculo con el periodismo a la cabeza, todo ello en un entorno folklórico de la España de la época extraordinariamente bello y fascinante realizado en un esplendoroso technicolor.
En un maravilloso prólogo de la infancia de Juan, Mamoulian ya nos plasma en imágenes su desmedida ambición por ser una gran estrella de la tauromáquia: El joven visita un garito donde se engrandece a Garabato, el gran torero del momento, y arroja en la cabeza una botella de vino al crítico de tauromáquia Curro por criticar a su padre también torero que falleció años atrás en el ruedo, después va a torear por la noche él solo con un toro, y va a visitar a Carmen, la chica que acabará siendo su esposa, (una bellísima Linda Darnell). Seguidamente se enfrentará con Manolo de Palma, marcando una rivalidad que siempre perdurará, y después de despedirse de su madre que se gana la vida fregando suelos, se marcha desde su Sevilla natal hacia Madrid a caballo y caminando con sus amigos para poder triunfar allá en el mundo del toreo. Después de una genial elipsis en el tren transcurriendo diez años donde se nos muestra el analfabetismo del grupo de amigos, regresan a Sevilla ya siendo Juan una gran promesa. Visitirá a Carmen con músicos incluidos para demostrarle su amor. Es increible lo bien que capta Mamoulian la esencia del flolklore español de la época a través de la música, ambientación y fotografía. Tiempo después ya siendo al fín una gran estrella, desde su trono es alabado por el crítico Curro, Mamoulian lo filma brillantemente como si fuera un auténtico rey medieval. Su sueño de llegar a lo más alto se ha logrado al fín, la gente lo aclama como a un Dios, el periodismo lo ensalza a lo más alto, y el dinero le llega a raudales. Hará su gran estreno en la plaza de Sevilla donde ya casado con Carmen, conocerá a la sensual y guapísima Doña Sol, (Rita Hayworth), y quedará totalmente fascinado por ella ofreciéndole su capota en la mismísima plaza. Aqui comenzará sin saberlo su declive a traves de la pasión por la belleza, el poder y la riqueza. En una extraordinaria y ya legendaria secuencia, Doña Sol torea a Juan en su mansión y se besan apasionadamente bajo la mirada de Carmen. A través de la figura de su amigo Nacional, (John Carradine), Mamoulian deja reflejada la clara postura antitaurina del relato como en la novela original de Blasco Ibañez. Es la ignorancia por el analfabetismo del pueblo lo que hace que disfruten de tan salvaje espectáculo sangriento. Es lo que nos cuenta Nacional en sus discursos, antes de acabar muriendo en el ruedo, que en realidad es la tesis del mismo director. Doña Sol acabará utilizando a Juan a su conveniencia y le abandona por Manolo de Palma porque va a ser la nueva gran estrella del toreo. El estrellato es de usar y tirar, y siempre será substituido por otro. Curro después de haberlo puesto en un altar, ahora  saca todo su veneno contra él en sus discursos. Juan después de las constantes advertencias de su madre que vuelve de nuevo a fregar suelos, y del amor eterno de su mujer Carmen que le acaba perdonando sus infidelidades, se da cuenta de lo absurdo de esa obstentosa y lujuriosa vida de fama y busca su redención. Pero ya es demasiado tarde, morirá en su última corrida en la plaza bajo la estampa de Jesús al que tanto habían rezado tanto él como su esposa y madre. No había escapatoria a la muerte porque era su fatal destino. El auge siempre tiene una caida y más en un espectáculo tan peligroso. Al mismo tiempo de su muerte, Manolo de Palma es vitoreado por el pueblo y aclamado por el crítico Curro mientras torea en la plaza y le otorga su capota a Doña Sol, (la historia se repite con otra figura). Seguidamente la película se cierra con una genial panorámica con la cámara mostrándonos la sangre de Juan que ha quedado impregnada en la arena. La arena es la vida y la sangre es la muerte. Es el elevado coste de la fama. La verdadera bestia no es el toro, es el público que desde su ignorancia al no saber leer ni escribir es capaz de aclamar y vitorear semejante espectáculo. Como dice Nacional antes de morir, .
Absoluta obra maestra del gran e infravalorado Rouben Mamoulian, que nos dejo unas cuantas maravillas que han pasado con total mericimiento a la historia del cine como, " El hombre y el mounstruo", "Ámame esta noche", "La reina Cristina de Suecia", o "El signo del zorro".

viernes, 26 de junio de 2020

"La ciudad desnuda", ("The naked city", Jules Dassin, 1948).

Un plano aereo de día de Nueva York acompañada de la voz en off del productor del film, (Mark Hellinger) nos explica los títulos de crédito del mismo y nos introduce en la vida de sus habitantes. Seguidamente se hace de noche, ya son la una de la madrugada y el pulso de la ciudad no deja de latir. La cámara nos muestra a barrenderos, un local de radio nocturna, un garito de fiesta, y finaliza en la oscuridad en el asesinato de una chica, para mostrarnos en un extraordinario fundido encadenado a través del grifo de una bañera y el de un camión de limpiadores el amanecer, que a su vez concluye con otro asesinato en el rio Hudson.
Con este maravilloso prólogo, el gran Jules Dassin nos introduce magistralmente en una perfecta combinación de documental y ficción noir rodada íntegramente en la ciudad de los rascacielos y fuera del estudio, incluso en sus escenas de interiores. Inspirándose en el neorralismo italiano, (quedo fascinado al ver "Roma ciudad abierta", de Rosselini en 1945), y a su vez siendo precursora del posterior cine noir norteamericano, (películas como "French conection" de William Friedkin de 1971 no existirian por ejemplo), Dassin dentro de una trama policial nos introduce en el que va a ser el gran protagonista del film, la ciudad.
Una mujer descubre el cadáver de la chica y comienza la investigación policial comandada por el teniente irlandés Dan Muldoon, (un maravilloso y divertidísimo Barry Fitzgerald), y el aprendiz Jimmy Halloran. Dassin nos va mostrar con una minuciosidad pasmosa toda la trama detectivesca con la realidad de sus personajes dentro de la ciudad y conviviendo con sus gentes. La ciudad interviene siempre directamente en la acción, no es solo el marco donde se desarrolla la historia. Descubrimos que los dos asesinatos están relacionados y son del mismo caso, una red de ladrones de joyas. Es verano y hace calor, los niños se refrescan en las fuentes públicas y los agentes de la ley están en las calles investigando con las pistas que tienen, en una tienda de ropa, en joyerías, en un centro médico... Finalmente Muldoon y Halloran acuden a casa de un sospechoso y justamente lo iban a eliminar. El asesino no logra culminar su hazaña, pero huye y consigue librarse de Halloran entre la multitud y se escapa en el metro. Dassin reafirma lo que busca, las gentes y la ciudad van unidas y han sido claves en la fuga del asesino. Tras la confesión de un médico nos queda aclarado que este presunto asesino llamado Willie Garzah, fue el artífice de los dos asesinatos del prólogo del film. Se trata de un luchador equilibrista que toca la armónica. Halloran da con su paradero pero se le vuelve a escapar. Aqui va a dar comienzo una de las mejores escenas de persecución de la historia del cine. Garzah huye por las calles y las propias circunstancias cuotidianas de las gentes de la ciudad hacen de forma casual y sin pretenderlo que no pueda huir como pretende. No puede entrar en un bus porque está repleto y le cierra las puertas, un guardia de tráfico no le deja pasar, un perro de un ciego le obstaculiza por defender a su dueño y acaba disparándole para escapar. Finalmente se ve atrapado por la arquitectura del puente de Williamsburg. Está atrapado y solo le queda subir arriba de él. Allí terminará siendo abatido por la policía. El puente con sus estructuras horizontales y verticales han actuado de gran protagonista para su trágico final y para cerrar de forma magistral la trama policial, pero no por la fatalidad del destino con sus sombras pesadillescas como sucedía en el noir clásico sino por pertenecer y ser la realidad de una gran ciudad. El documental ha intervenido de forma directa en la resolución de la trama formando parte de un todo conjuntamente con la ficción, siendo la verdadera esencia de esta maravillosa obra maestra. Nueva York tiene ocho millones de historias y esta ha sido una de ellas.
Una de las grandes joyas del maestro del noir Jules Dassin.

domingo, 21 de junio de 2020

"Conspiración de silencio", ("Bad day at Black Rock", John Sturges, 1955).

Un tren circulando a tremenda velocidad para en un inhóspito y desértico pueblo llamado Black Rock y baja de él, un misterioso hombre manco llamado John MacReedy, (un sereno y brillantísimo Spencer Tracy).
Con esta inicial escena comienza la gran obra maestra del gran y minusvalorado John Sturges, cineasta que con este western atemporal de intriga ambientado en el 1945, consiguió la perfección fusionando magistralmente una historia de odio y racismo con una espléndida fotografía en color y en cinemascope, además  de manejar muy acertadamente un reparto de actores inigualable.
El tren a toda velocidad ya nos indica desde el principio que el relato va a a ir muy rápido, en veinticuatro horas va a pasar toda la acción. Nada más llegar al pueblo MacReedy va a recibir una extraña hostilidad por parte de casi todos los habitantes. El formato ancho nos muestra en el mismo plano a todo el pueblo, va a ser la brillante composición visual que Sturges va a utilizar narrativamente durante todo el film. El tren hacía cuatro años que no paraba en este lugar. Él pregunta por un rancho pero nadie le ayuda. Entra al hotel para hospedarse y el dueño le dice que no hay habitaciones libres pero descubre que están casi todas vacías y se instala en una de ellas. Al salir del baño un vaquero, (un genial Lee Marvin), le espera en su cama y le intimida. Algo misterioso pasa en este pueblo. Ahora aparece en el hall del hotel el que parece ser el dueño del pueblo, el señor Smith, (Robert Ryan), el plano lo encuadra a él y a varios más conjuntamente, (el scope realza nuevamente y claramente la idea de que todo el pueblo y sus habitantes van unidos y esconden y silencian un misterio). MacReedy y Smith se reunen y nos enteramos del motivo de su llegada a Black Rock, busca a un japonés llamado Joe Komaco para entregarle la medalla de honor que recibió su fallecido hijo en la segunda guerra mundial por salvarle la vida. Smith y su banda deciden liquidar al forastero por fisgonear y poder descubrir su terrible secreto.
MacReedy alquila un jeep y decide ir al rancho y descubre que está abandonado, y gracias a unas flores que solo nacen en lugares donde han sido enterrados seres humanos deduce que Komaco fué asesinado allí. Pero porqué? Al intentar regresar al pueblo, uno de los esbirros de Smith, (un sensacional Ernest Borgnine), le persigue con su coche en una extraordinaria secuencia de  ritmo vertiginoso y le acaba haciendo salir de la carretera. Después de conseguir al fín llegar al pueblo, McReedy decide irse pero el siguiente tren sale a la mañana siguente. Va hacia la cantina a comer y nuevamente se va a enfrentar en una antológica y maravillosa escena que está en los anales de la historia del cine, con el personaje de Borgnine, pero esta vez y con una sola mano él saldrá victorioso. Se instala nuevamente en el hotel y allí gracias a su sabiduría y brillante ingenio, el doctor, (un gran Walter Brennan como siempre) y el dueño del hotel le contarán finalmente el gran secreto. Después del ataque japonés a Pearl Harbour del 1941 se instaló un gran odio racista hacia los japoneses que residían en los Estados Unidos. Komaco era uno de ellos y fué una de sus víctimas. Lo mató Smith con su banda y todo el pueblo decidió silenciarlo. El sheriff del pueblo por cobardía, el dueño del hotel por miedo, y el doctor por desidia habían callado lo sucedido, pero gracias a MacReedy han sido convencidos de la inutilidad de vivir silenciando semejante asesinato, porque siempre estará en sus conciencias, y por eso acabarán ayudándole. En un brillante final nocturno, MacReedy vencerá a Smith quemándolo, (Komaco había sido quemado también), y la banda será detenida y entregada a la policía. El tortuoso secreto que albergaba el lugar ha quedado liberado. El odio racista hacia el diferente ha sido vencido por la justicia de un noble forastero. Entrega la medalla de honor al doctor y se va en el tren nuevamente a toda velocidad. En un solo día ha logrado redimir al lugar de cuatro avergonzantes años de silencio, y su entrega de la medalla de honor le otorgan paz y prosperidad a Black Rock.
 La gran joya de John Sturges y posiblemente la mejor y mas perfecta película de toda su carrera.

miércoles, 17 de junio de 2020

"El beso de la muerte", ("Kiss of death", Henry Hathaway, 1947).

Nick Bianco, (Victor Mature), es un ladrón de buen corazón que para poder regalarle algo a sus hijas el día de Navidad, atraca con otros tres malhechores una joyeria de Nueva York y es arrestado en su fuga.
Con este argumento empieza la extraordinaria obra maestra dentro del noir del irregular Henry Hathaway, consiguiendo aqui su obra más perfecta manejando magistralmente un guión del gran Ben Hecht y siendo el artífice de la legendaria primera aparición en pantalla de Richard Widmark que está antológico interpretando al sádico gangster Tommy Udo.
El miedo, el debate sobre la delación, y la corrupción e ineficacia del sistema judicial, van a ser los temas que nos va a plantear brillantemente Hathaway en el film. En la primera secuencia del atraco, la joyería está situada en un rascacielos en el piso 24 y huyen en un ascensor. Hathaway crea un gran suspense en su descenso alternando en montaje paralelo al joyero queriendo dar la alarma y el rostro en primer plano de Nick que alberga miedo por ser atrapado. El joyero consigue su objetivo y Nick es atrapado y condenado. Hathaway ya nos ha introducido el miedo interno que va a padecer nuestro protagonista durante todo el film. Ahora entra en acción la fiscalía que va a chantajear utilizando las hijas de Nick para que delate a sus compañeros del atraco. La ley no escrita del código de honor del hampa hace que no se chive y que cumpla su condena. Pero algo va a suceder, su mujer que se había liado con uno de su banda acaba suicidándose. Esto unido a que sus hijas son traladadas a un internado hacen que Nick se reeplantee su vida y quiera ahora contentar a la fiscalía mediante la delación. El fiscal ahora si se sale con la suya y con la excusa de negarle su libertad condicional, utiliza a Nick para que delate a otros delincuentes. Es justificada ahora la delación? Pues si, la família debe de estar siempre antes que defender a criminales. El código de honor del hampa se desquebraja. Richard Widmark va a hacer ahora su mítica presentación en el film como Tommy Udo, en una escena antológica de la historia del cine, asesinando a una anciana en su silla de ruedas arrojándola por unas escaleras. Nick que ya había rehecho su vida con otra identidad y casándose de nuevo, tiene que testificar contra Tommy por otro caso de asesinato. Pero la ineficacia del sistema judicial hacen que salga inocente. El miedo vuelve de nuevo a Nick, ahora en forma de muerte, sabe el castigo que reciben los chivatos, su propia sombra en la cama de sus hijas lo refleja metafóricamente. Decide entonces llevar a su familia de vacaciones y esperar a Tommy en su casa. Hathaway vuelve al suspense y en una maravillosa secuencia de claroscuros nos advierte de la presencia del gangster, pero al final es el fiscal que viene al hogar de Nick para su protección. Pero ya es demasiado tarde, el miedo ya se apoderado de Nick y debido a la ineficacia del sistema decide el mismo resolver el caso en un brillante plan para que detengan a Udo. Lo espera en un restaurante en una extraordinaria secuencia donde el gangster aparece desde unas cortinas y le incita llenándolo de odio para que lo mate. Su plan consiste en que la policía atrape a Udo con las manos en la masa en el momento exacto de dispararle a él. El gangster le espera en su coche a la salida del restaurante para asesinarle. Es muy arriesgado, es prácticamente un suicidio, pero finalmente logra sobrevivir y Udo es abatido y arrestado por la polícia. La delación ha quedado justificada porque finalmente ha logrado vencer sus miedos internos y le deja vivir felizmente con su família, pero ha sido gracias a él y no al ineficaz sistema judicial.
Una de las mejores películas noir de la historia del cine de un sobresaliente realizador que debido a su irregular obra, es muy poco reconocido injustamente.

viernes, 12 de junio de 2020

"La pradera sin ley", ("Man without a star", King Vidor, 1955).

Dempsey Rae, (un extraordinario Kirk Douglas), y un joven al que acaba de conocer y apadrinar se dirigen en tren a Wyoming para ganarse la vida como ganaderos.
Con este argumento comienza esta gran obra maestra dentro del western del gran King Vidor, donde va a reflejar claramente su fascinante y personal tema de la independencia y la libertad, frente a la privatización y el progreso.
Nada más llegar a la estación de Wyoming el sheriff les está esperando a los dos y a otros polizontes que van en el tren para esclarecer un asesinato que ha habido en el tren. Dempsey salva la vida al joven delatando al asesino. En una genial escena en el tren en plano contrapicado, habían presenciado la escena del crimen. Comienza así el aprendizaje hacia el chico que va a continuar durante todo el film. Rápidamente Vidor nos introduce a los dos en el mundo de los rancheros. Los contrata un capataz de un gran rancho. Descubrimos con una gran dosis de humor a través de la novedad de incorporar un lavabo dentro del rancho, que el propietario es una mujer con una desbordada ambición. Las tierras aún eran libres en esa época del oeste y cada uno podía establecerse como quería. Dempsey se siente atraido por la mujer pero no le gusta su desbordada ambición. La mujer ha contratado 5000 cabezas de ganado, más las 10000 que ya tiene, hace poner en peligro la subsistencia de los pequeños propietarios. Dempsey después de recibir las 5000 cabezas de ganado hace una parada en un pequeño rancho para comer. Allí va a surgir la gran dicotomía del film. La libertad frente al privatización. El humilde propietario va a poner alambradas por protección hacia los desborados planes de la mujer de ocupar todas las tierras. Descubrimos que Dempsey odia las alambradas, su hermano murió en su Texas natal por culpa de ellas. No le gustan además porque eliminan la libertad. Pero él es un hombre independiente y tampoco le gusta en que se está convirtiendo la libre explotacion de las tierras porque se impone la ley del más fuerte. La mujer acaba contratando a pistoleros y en una maravillosa secuencia vende su cuerpo a Dempsey para que él lidere su ambicioso proyecto. Ella solo lo quiere por su fuerza y rapidez con el revolver. Él se acuesta con ella para después marcharse y abandonar su rancho. No le gustan ni las alambradas ni el aprovechar la libertad para imponer la fuerza contra el más débil. Por eso como nos dice la canción que nos acompaña durante todo el film, es un hombre que sigue el rumbo de su estrella. La independencia del individuo frente a todo. El enfrentamiento es inevitable entre los pistoleros de la gran jefa y los pequeños propietarios. Las pistolas frente a las zanjas.  Pero como le dice su amiga prostituta del pueblo a Dempsey la única salida hacia la paz es el progreso. Y el futuro está evindentemente en las alambradas porque se están implantando en todo el país. Es la única defensa del pequeño frente al grande. Esto unido a la paliza que recibe por parte de los pistoleros es lo que hace que Dempsey aún sin gustarle, tome la decisión de ayudar a los modestos. Construye alambradas conjuntamemnte con ellos incluso. Su joven y protejido amigo, después de culminar su aprendizaje matando en defensa propia a uno de los pistoleros, también cambiara finalmente de bando y se unirá con él. En un maravilloso desenlace con la manada de ganado intentando arrasar las alambradas, Dempsey acabará con los pistoleros. Los ha ayudado para protejerlos, pero siguen sin gustarle las alambradas porque coartan la libertad. Tampoco le gusta la avaricia de cada vez querer más aprovechándo la libertad. Por eso decide irse del lugar. El joven en cambio se quedará junto a una chica de un pequeño rancho. Ellos son el futuro y el progreso de la civilización. Dempsey en cambio es un ser independiente y ya a elejido su destino, seguir el rumbo de su estrella hacia ninguna parte.
Una de las mejores y más personales películas de King Vidor, uno de los grandes maestros de la historia del cine.

domingo, 7 de junio de 2020

"Muerte en Venecia", ("Morte a Venezia", Luchino Visconti, 1971).

Un compositor de música, (Dirk Bogarde), en el ocaso de su vida, llega a Venecia después de fracasar en la última etapa de su vida, para descansar. Con este argumento el gran cineasta Luchino Visconti va a realizar una de las más extraordinarias reflexiones que jamás se han llevado a la pantalla sobre el arte, la belleza, la pasión y la muerte. Adapta la famosa novela de Thomas Mann del mismo título y utiliza la extraordinaria música de Gustav Mahler logrando una conseguidísima atmósfera visual y musical.
Al llegar a Venecia el músico, un guia turístico de rostro feísimo, le da la bienvenida. No es casual, Visconti va a jugar constantemente entre la belleza y la fealdad. Se instala en un hotel de lujo. Estamos a principios del s.XX, en la gran época del lujo y la alta burguesía europea que Visconti conocía tan bien, él mismo perteneció a una família aristocrática. Sentado en un gran salón observa y queda fascinado al instante por la belleza angelical de un rubio adolescente. La cámara lo capta acercándonos a él, en zooms que van a ser la constante que va a utilizar Visconti durante todo el film. Era una moda torpe en el cine de los 60 y 70 que aqui él milagrosamente, le saca un brillante rendimiento. Aún con los zooms, siempre lo vamos a ver desde la distancia. Él lo va a seguir contemplando en la playa y por toda Venecia. Cada vez está más fascinado por el chico. Al mismo tiempo Visconti nos cuenta en flashbacks el fracaso en la búsqueda de la perfección en el arte del compositor, y de su vida. Para él, arte y vida van unidos y la perfección nace desde dentro del alma y está en la pureza de la belleza y no desde la genialidad más ambigua y terrenal de los cinco sentidos. Así lo discute con un amigo también compositior. Descubrimos que tuvo mujer e hijo pero acabó perdiéndolos. La belleza y juventud del chico le remiten a la perfección del arte. Su tiempo de descanso en Venecia finaliza pero el azar hace que regrese. Pierde su maleta en la estación. Su sonrisa nos indica que le encanta la idea de regresar, podrá seguir contemplando al bello adolescente. Pero el cólera se ha instalado en Venecia, esto unido a un cantante ambulante, nuevamente con un rostro descaradamente feo, nos remite a lo antagónico de la belleza. Nuestro protagonista observa una preciosa puesta de sol, es el crepúsculo también de su vida? Se intenta rejuvenecer en la peluquería, pero la edad va por dentro, jamás podrá conquistar al eterno adolescente, él lo sabe por eso siempre lo contempla desde la distancia. Quiere terminar su vida disfrutando de su bella pureza. Continúa siguiéndolo por la ciudad, pero la epidemia ya está por toda Venecia. Él teme por la vida del chico. La belleza y su juventud deben perdurar porque aun no están en su momento de perecer. Pero en cambio en la vejez ya no hay belleza. No por casualidad acabará enfermando de cólera. El chico y su família se van a ir de Venecia por la epidemia. Sabe que ya no volverá a contemplar su bello cuerpo. En un extraordinario y poético desenlace, él desde una tumbona en la playa lo va a observar por última vez. Desde la distancia el chico se despide de él, al momento cae de la tumbona y muere. Se ha ido feliz viéndolo. La belleza más pura está en la juventud, desde ella surgieron sus grandes composiciones musicales en el arte y el matrimonio con su hija floreció. Pero la fealdad es impura y está en el crepúsculo de la vida y en la enfermedad. La belleza debe perdurar porque en ella está lo más maravilloso y pasional de la vida y del arte. Su debate interno sobre donde está la perfección concluyó.
Una de las grandes obras maestras del genial Luchino Visconti.

viernes, 5 de junio de 2020

"Bajo los techos de París", ("Sous les toits de Paris", René Clair, 1930).

Unos planos cortos de los tejados de un edificio de París en silencio, seguidamente un largo travelling de acercamiento en descenso hacia el corazón del barrio con una música que se va escuchando cada vez más, continúa el travelling hasta finalizar en una chica y en un cantante junto con las gentes del lugar, todos juntos entonan la extraordinaria canción que da el título al filme. La cámara ahora en un travelling vertical hacia arriba nos muestra a los vecinos del edificio en sus ventanas.
Con esta maravillosa secuencia Rene Clair, uno de los grandes maestros del realismo poético francés, nos presenta a los dos protagonistas y el lugar de la acción a través de la utilización perfecta de la imagen y el sonido. La película está rodada en la transición entre el cine silente y el sonoro y Clair nos va a envolver en una atmósfera lírica y de comedia musical extraordinaria fusionando con maestría escenas mudas y sonoras. El cantante va a conocer a la chica, que es a su vez novia de un gangster, y acabarán juntos. La cámara los filma mostrándonos solo sus piernas con sus zapatos caminando hacia su casa. La magnífica utilización simbólica de los zapatos, nos van a reforzar lo que vendrá. Después de una genial escena cómica con los dos en la cama de él, utilizando magistralmente la oscuridad, el destino los separará. Él está preparando en su habitación la llegada de ella para vivir juntos, un ramo de rosas, una barra de pan y unas zapatillas caseras lo ratifican. Ella prepara su maleta con sus zapatos incluidos. Pero la polícia lo detiene pensando que es un ladrón. Pero aparte de su detención algo significativo va a suceder, la ventana se rompe, el ramo de flores y la barra de pan caen al suelo y el policía pisa las zapatillas. La chica pide ayuda con un amigo de él. Clair nos muestra nuevamente la habitación del cantante, ventana, flores, pan y zapatillas siguen con su lamentable estado, nos incluye además una rata. La chica se enamora del amigo y acaban juntos. Atrapan al verdadero ladrón y el músico es puesto en libertad. Visita su habitación y le da una patada a las zapatillas. Continúa la ruptural simbología. Se volverán a encontrar, pero tendrá que pelear con el gangster. Pero en una maravillosa escena de pelea y huida mostradas por Clair nuevamente en la oscuridad, el amigo le ayudará. Los dos amigos y la chica quedarán juntos en un bar tras la fuga. Se jugarán a la chica a los dados pero el músico hace trampas para que gane el amigo, porque se da cuenta que ella está enamorada de él. Pone su canción que los había enamorado "Bajo los techos de París", pero aun así ella lo rechaza. Este amor no estaba hecho para él. La metáfora ruptural de los zapatos mostrada por Clair queda reafirmada, así nos lo advertía. Ha perdido a la chica, pero no estamos ante un director pesimista como su coetáneo Marcel Carné. Para él lo importante es la alegría de la vida en plena armonía con la música. En la última secuencia nos muestra nuevamente al músico y la gente del barrio cantando su misma canción alegremente. Estamos como al principio, quedamos atrapados por la fascinante felicidad que nos transmite la escena. Finaliza la película con el mismo travelling del principio pero a la inversa, ahora es de alejamiento y finaliza en los tejados. Él es feliz, la vida fluye y continúa. El verdadero amor en realidad estaba en la atmósfera poética del lugar y su música.
Una de las grandes obras maestras del gran Rene Clair.

martes, 2 de junio de 2020

"Más dura será la caida", ("The harder they fall", Mark Robson, 1956).

El periodista deportivo Eddie Willis junto con una red de promotores mafiosos, (brillantemente presentados uno a uno y sin diálogos), llegan a un gimnasio clandestino donde van a conocer a un inexperto boxeador de dos metros llamado Toro Moreno al que quieren hacer campeón amañando los combates.
Con esta maravillosa presentación de personajes de cinco minutos de duración, el director Mark Robson nos introduce magistralmente en una de las grandes obras maestras sobre boxeo de la historia del cine, donde lo critica abiertamente junto al periodismo. El periodista, interpretado brillantemente por un envejecido Humphrey Bogart en la que fué su ultima película, (murió al año siguiente de cáncer), está en el paro porque su periódico ha cerrado. Toda su vida trabajando dignamente por un sueldo decente para nada. Decide entonces sin gustarle, dejar a un lado la honestidad y dejarse arrastrar por ganar mucho dinero. Por eso decide corromperse aceptando promocionar publicitariamente con falsedades al inocente boxeador. Todo está preparado, con un bus incluido con la imagen de Toro recorriendo las calles. Comienza a ganar combates, todos amañados, Toro piensa que los gana de verdad. Eddie es consciente de lo que hace y no le gusta, pero está cabreado con el sistema, porque la decencia le ha conducido al fracaso profesional. La cámara se detiene en primer plano mostrándonos su rostro en silencio y observamos su malestar. Se debate a si mismo entre si es ético el todo vale para forrarse de dinero y la honradez. La red mafiosa solo quiere enriquecerse a cualquier precio, él en cambio siempre duda, pero continúa. Después de que un contrincante muera en un combate, Toro quiere abandonar, pero Eddie decide contarle la verdad sobre sus falsas victorias. Es la única forma que tiene de convencerle para el último combate contra el campeón de los pesos pesados. Sino pelea la red mafiosa no les pagará su motín a ambos. Logra convencerlo, tiene que dejarse perder ahora él, porque el campeón no quiere perder. Llega el día del gran combate y en una extraordinaria secuencia que nos transmite una sensación de realismo asombrosa, Toro no se dejará perder, su honor está antes que la derrota finjida. Acaba recibiendo una brutal paliza. Eddie quiere recibir el dinero pero descubre que a Toro  le van a pagar una miseria. Esto ya es demasiado para él, su conciencia en un estremecedor y bondadoso final hará que su parte del dinero se la acabe dando a Toro. Se ha redimido, su debate interno ha vencido de parte de la honestidad. Ha decidido además escribir sobre la falsedad e indeciencia del boxeo y aprovechar su profesión para delatar a la red mafiosa. Ya no quire más mentiras. Le puede costar la vida, pero le da igual, prefiere ser honrado. El bien tiene que estar por encima del mal. Todo está podrido pero intentar cambiarlo es posible.
 Un extraordianario final para una obra maestra, que además sirve de cierre para la legendaria carrera del único e irrepetible Humphrey Bogart.

domingo, 31 de mayo de 2020

"El hombre que ríe", ("The man who laughs", Paul Leni, 1928).

El rey Jacobo II de Inglaterra  junto con su bufón deciden castigar a un noble. Venden a su hijo a unos compradores de niños que le desfiguran la cara dejándole una sonrisa perenne de por vida. Este es a su vez abandonado por estos crueles comerciantes, y es adoptado junto con una níña ciega que encuentra por el camino, por un empresario y su genuino perro de un circo de mounstruos ambulante.
Con este argumento Paul Leni uno de los primeros realizadores alemanes que se exiliaron a Hollywood huyendo del nazismo, va a firmar su gran obra maestra enmarcado dentro del cine expresionista adaptando a su vez la gran obra de Victor Hugo del mismo título. Género que ya en su país había tenido gran éxito con "El hombre de las figuras de cera" y que en Hollywood con la contratación por parte del gran jefe de la Universal Carl Laemmle había seguido triunfando con la gran "El legado tenebroso" y sobretodo con la película que nos ocupa "El hombre que rie". Conrad Veidt que ya había alcanzado la fama por sus interpretaciones en las obras maestras de Robert Wiene "El gabinete del dr. Caligari", y " Las manos de Orlac", interpreta  al niño ya de mayor mostrando su desfigurada sonrisa en el circo ambulante en una obra llamada "El hombre que rie" (su rostro forma ya parte de la iconografía de la historia del cine siendo la clara inspiración para la creación del posterior Joker de Batman). Interpreta magistralmente al desfigurado exagerando siempre su locura que padece a través de su mirada y sonrisa. Leni nos lo sumerge en una oscuridad de sombras y un caos extraordinarios en su macabra feria. Siempre está repleta de gente porque es la forma de manejar al pueblo ofreciéndole este tipo de espectáculos. En cambio la corte monárquica nos la muestra aburrida y sin movimiento, (hasta la aristocracia misma se duerme viendo un concierto). Dos mundos muy diferentes. Una duquesa odia la vida aristocrática y se deja seducir por la plebe. En una maravillosa secuencia es hasta manoseada por las masas. Acaba viendo el rostro del desfigurado en su espectáculo de "El hombre que rie" y queda fascinada por él. Deseo y miedo al mismo tiempo.  Quedarán juntos una noche pero él la rechaza porque en realidad está enamorado de la ciega.  Pero gracias al bufón, que se convierte claramente en el villano de la función, se descubre la anterior y nobiliaria identidad de "el hombre que rie" y la reina, (la heredera del rey Jacobo II), quiere casar a la duquesa con él como castigo por relacionarse con la plebe. Él es secuestrado y obligado a casarse. Para ella solo es morbosidad y él no la acepta lógicamente, quiere a la ciega porque ella lo ama tal y como es, y nunca se rie de él. Leni entonces nos va a conducir a un espéctaculo maravilloso en el desenlace. Nos va a ofrecer unas secuencias repletas de acción y movimiento que nos remite a una película de aventuras de capa y espada. Él se fuga de la corte y busca a su amada por el pueblo y la feria y la acabará recuperando en un gran final feliz. Tendremos un duelo a espada en lo alto de un tejado, persecuciones entre las masas y una brutal muerte del villano por parte del perro. Un final perfecto de gran emoción y espectáculo.
La corta carrera de Paul Leni por su prematura muerte de sepsis en 1929, y que nunca llegó a tener el reconocimiento, ni tanto talento en mi opinión, como los grandes maestros expresionistas Robert Wiene, F. W. Murnau, Fritz Lang o G. W. Pabst, hacen que hoy en día sea un director injustamente olvidado, pero nos dejó aqui su gran obra maestra.

viernes, 29 de mayo de 2020

"El carnaval de las almas", ("Carnival of souls", Herk Harvey, 1962).

Una joven tiene un accidente de tráfico en un coche y se precipita a un lago junto con sus dos amigas. Tiempo después  cuando pensábamos que habían muerto, la joven aparece viva saliendo del lago. Con este inicio Herk Harvey en su única película que realizó, y con un escasísimo presupuesto dentro de la serie B, va a seguir el esquema utilizado dos años antes por Hitchcock en "Psicosis", pero llevándolo al género de terror fantasmagórico con unos grandes resultados al dotar al film de una gran atmósfera onírica. Como en la película de Hitch, la joven viaja en coche, y se aloja en una pequeña casa de huéspedes donde al lado hay un misterioso balneario. Allí se encuentra con otro huésped, un chico que la espía, con plano de ojo incluido, mientras se cambia después de ducharse. Protagonista fenenina, viaje en coche huyendo de si misma en vez de huir tras un robo, casa de huéspedes en vez de un motel, balneario en vez de la casa de Norman Bates, ducha, chico que la espia. Estamos ante un remake de "Psicosis"? Pues no, porque a diferencia de aquella aqui la chica no va a ser asesinada y la trama de fantasmas va a ser ahora la clave del esdevenir del film. La joven comienza a ver a un extraño hombre con su cara muy pálida, que solo ve ella y se siente atraida por el balneario y acaba visitándolo. Al mismo tiempo se relaciona con el otro inquilino, con un doctor que piensa que esta loca, con su casera, con el párroco de la iglesia donde ha ido a trabajar como organista, con personas de diferentes comercios... Todo parece normal excepto por las visiones de ese extraño y por el misterioso balneario que parecen perseguirla. Pero en una genial y onírica secuencia en un centro comercial de repente nadie parece ni escucharla ni verla. Porque? Después vuelve a la normalidad tras el canto de unos pajarillos. Parece que dibaga entre dos mundos paralelos, pero cuales son? Al tiempo la despiden de su trabajo en la iglesia tras su cada vez más incipiente locura y al marcharse otra vez vuelve a la otra realidad que finaliza de nuevo con el sonido de los pajarillos, (brillante empleo de la diégesis narrativa). Seguidamente el balneario parece arrastrala de nuevo hacia él. Regresa allí de nuevo y allí ve no solo al extraño, sino a muchos seres iguales que él bailando entre ellos. Finalmente se acercan a ella y la capturan. Pero quien son estos seres y porqué se la quieren llevar? Harvey nos lo aclara al instante en el desenlace del film. Los policias encuentran sumergido en el pantano el coche del accidente, (como en el final de "Psicosis", casualidad?), y observamos como las tres chicas incluida nuestra protagonista están muertas. Ya descubrimos que ella había fallecido y no lo sabía y dibagaba por las dos realidades paralales hasta su unión en el fantasmagórico balneario. La película ha sido la total precursora de films contemporáneos como por ejemplo "El sexto sentido" de Shyamalan o "Los otros" de Amenábar y por eso el sorpresivo final visto hoy día nada sorprende, si como en mi caso la has visionado después de estos otros films. Pero el gran hallazgo de "El carnaval de las almas" y por lo que sigue estando considerada justamente como film de culto no es por el descubrimiento final, sino por la extraordinaria ambientación onírica y psicológica que nos conduce a él. Aqui lo importante no es la finalidad sino el camino. Por eso no hay ninguna explicación científica ni durante ni al final del relato. Una gran y referencial película de terror fantasmagórico.

jueves, 28 de mayo de 2020

"Hasta que llego su hora", ("C'era una volta il west", Sergio Leone, 1968).

Una de los grandes westerns crepusculares de la historia del cine. Subgénero que ya habían llevado a lo sagrado Ford con su genial " El hombre que mató a Liberty Valance", o Peckimpah con su "Duelo en la alta sierra". Estamos ante el final del oeste deshabitado, salvaje y de las grandes llanuras y desiertos, por la inminente construcción del ferrocarril y su unión definitiva con el este de las grandes ciudades. El ferrocarril une todo el país americano y masifica de población al oeste. Ahora son los grandes magnates los que controlan y tienen el poder. La película nos cuenta el inicio de este final. Sergio Leone, el gran director que había cambiado la pureza de los westerns clásicos a la más polvorienta violencía, en su magnífica trilogía del dólar, recurre aqui a redefinir su estilo. El tono narrativo pausado lo lleva ahora al máximo de dilatación. Hay que recordar que Leone rodaba a la inversa de lo tradicional en el cine, él hacía componer primero la banda sonora para después filmar los planos. La imagen adaptada a la música, en vez de adaptar la música a la imagen. Por eso sus secuencias son tan largas al dejar finalizar la partitura musical. Pero milagrosamente, y de ahí la grandeza de Leone, logra un equilibrio perfecto en su estructura narrativa y el film no se hace monótono, ni reiterativo. Evidentemente también ayudado por la maravillosa banda sonora compuesta por el genial Ennio Morticone, que logran una emoción dramática brillante, fusionándose perfectamente con las belleza visual que impregna Leone en sus imágenes. Los legendarios duelos de su cine aquí llegan al límite de la perfección, con un increible Henry Fonda, en el único papel de villano de toda su carrera. Claudia Cardinale con su belleza otorga la esperanza de un nuevo mundo y Jason Robards está espléndido. La película como no podía ser de otra manera, finaliza con un extraordianario plano general en panorámica de los trabajadores construyendo las vías del ferrocarril. El futuro está ante nosotros. La gran obra maestra de Sergio Leone en el western sin lugar a dudas.

"Le corbeau", (Henri-Georges Clouzot, 1943).

La tranquila y apacible vida de un pequeño pueblo de provincias frances, se ve alterada por unas extrañas cartas que reciben sus habitantes firmadas con el pseudónimo de "Le corbeau". Con esta premisa el gran cineasta francés, (apodado con total justicia el Hitchcock francés), autor de grandes obras maestras posteriores como la maravillosa "El salario del miedo", o "Las diabólicas", nos adentra en un una narración de suspense y misterio para criticar a una hipócrita sociedad llena de prejucios y de maldad. Clouzot nos envuelve en una ambientación de misterio que nos recuerda a la mismísima Agatha Christie, plagada al mismo tiempo de un suspense cargado de advertencias hitchcocknianas, para descubrir quien es el misterioso autor de tan envenenadas cartas. Pero lo que realmente le interesa a Clouzot es describir la hipocresía de una sociedad marcada por el "que dirán", y con el clásico conservadurismo social con tantos prejuicios que no dejan avanzar hacia la tolerancia y el progreso. El médico protagonista es el gran perjudicado en la mayoría de las cartas. Es acusado de abortista y de tener una amante casada con otro doctor. Nadie lo acepta y ahí nace el misterio, todos pueden ser los autores de estas cartas. La compeñera de vivienda, el marido, la amante, la enfermera, la madre de un hijo enfermo mal atentido en el hospital, las amas de casa del pueblo... quien será? No podría ser la villa entera la realmente culpable? La oscura fotografía plagada de sombras del film  refuerzan está idea conduciéndonos a una atmósfera de angustia y malicia. Nada es gratuito para Clouzot, todo está envenenado y repleto de maldad. Así el relato nos conduce hacia un inevitable e inesperado desenlace, al fin sabremos quien es "Le corbeau", en un extraordinario y ambiguo cierre, con una terrible venganza personal. Ya podremos descansar en paz habiendo resuelto su identidad? O ya es demasiado tarde para salvar a este pueblo? Una gran obra maestra del cine francés.

"Dejad paso al mañana", (Make way for tomorrow, Leo McCarey, 1937).

Una de las joyas más desconocidas de la historia del cine, realizada por el maestro Leo McCarey. Una pareja de ancianos van a ser desahuciados y reune a sus hijos para conunicárselo. Con esta premisa comienza este entrañable y cruel relato a la altura de las grandes obras maestras de Yasujiro Ozu en cuanto a las diferencias intergeneracionales se refiere. Los hijos no pueden hacerse cargo de las deudas económicas de sus projenitores para salvar su hogar, y al no poder acojerlos juntos, deciden separarlos llevándose un hijo a la madre y una hija al padre. Nunca en 50 años han vivido separados. Él, pasa el tiempo en el pequeño comercio de un amigo, y ella se siente sola en la casa de su hijo, aun con las múltiples reuniones que celebran con amigos, (inolvidable secuencia cuando ella sentada en su mecedora obserba como juegan su partida y la nieta despues la lleva al cine). Solo se comunican a través del teléfono o por carta. Los hijos solo demuestran su egoismo y siempre albergan compromisos para no hacerse cargo de ellos. McCarey carga la crueldad hacia los hijos haciendo siempre énfasis en su antipatía, y tilda de ternura a los ancianos en sus nostálgicas y melancólicas conversaciones telefónicas. Él se pone enfermo del corazón y deciden llevarlo a un mejor clima a California con su otra hija, pero tampoco tiene espacio para alojar a su madre. Y ella no quiere ser molestia y decide su marcha a una residencia de ancianos sin que él lo sepa. Pero antes quieren despedirse. McCarey nos ofrece entonces una extraordinaria secuencia final de casi media hora de duración, y la cámara no les va ha dejar separados en ningún momento. Nada de plano, contraplano, siempre los dos dentro del mismo plano, su unión nunca debió separarse. Se escaparán al lugar donde celebraron su luna de miel, siempre rememorando su vida juntos, la emoción nos transmite una brutal añoranza y al mismo tiempo una tristeza que nos llegará a las entrañas en su despedida en la estación. Fingen que solo será un tiempo su separación, pero saben que no se volverán a ver jamás. Un nudo en la garganta, la misma sensación que logra McCarey en su magistral "Tu y yo", pero ahora a la inversa, (si allí era esperanza por el futuro con el descubrimiento y aceptación de él hacia la minusvalía de ella), ahora se convierte aqui en la más profunda tristeza y desolación hacia ese mismo mañana que vendrá. Aun queda tiempo para que McCarey cargue su malestar hacia los hijos, ellos finalmente no llegarán a la hora a la estación, para poder despedirse de sus padres. Magistral, no se puede cerrar mejor. Una maravillosa obra maestra, de uno de los cineastas que mejor ha sabido transmitir la emoción humana.

"El silencio de un hombre", ("Le samourai", Jean-Pierre Melville,1967).

Un plano general estático de una sórdida y solitaria habitación, al mismo tiempo se muestra en pantalla una cita inventada del libro Bushido, (el libro sagrado de los samurais), y a continuación se rompe la estaticidad del plano y la cámara se balancea de arriba a abajo. Algo va a suceder, algo se va a descomponer. Seguidamente vemos a un hombre ponerse su gabardina y sombrero y salir de esa habitación, después roba un coche, le cambia la matrícula en el garaje de un compinche, y va a visitar a su novia, para finalizar en un garito y asesinar a un hombre. Pero algo sale mal, una pianista lo ve claramente al fugarse, comienza la descomposición antes advertida. Con esta premisa de 16 minutos sin apenas diálogos, comienza la extraordinaria película del maestro del noir francés Jean-Pierre Melville, ("Bob el jugador", "Círculo rojo", "Crónica negra"). Estamos ante un solitario asesino a sueldo, (un magnífico Alain Delon), que nos remite a los legendarios y milenarios samurais, se rige con sus mismos códigos éticos y morales, es solitario y se centra en normas muy cerradas y estrictas. Los que lo han contratado le traicionan, y la policía a traves de varios testigos que lo vieron, (la pianista que fué quien de verdad lo vió finge no haberlo visto), le persiguen y acosan. Sigue la descomposición, ahora ya sabemos que es su forma de vida la desquebrajada. O la policía o los hampones le  acabarán atrapando. Por eso ya solo hay una solución. Lo marcan los antiguos códigos de honorabilidad de los solitarios samurais, la muerte. Pero antes ha de completar su venganza contra los traidores y al mismo tiempo disipar sus dudas por el encubrimiento de la pianista). Ahora ya está preparado. Melville entonces nos repite la misma situación del principio del film, en el garaje con su compañero, con su novia, pero ahora suena a despedida. Vuelve al mismo garito de su asesinato, y prepara su propia muerte. Quiere acabar su vida suicidándose en combate como un buen guerrero, y un plano de detalle de su pistola sin balas así lo demuestra. Su plan ha salido perfecto, la descomposición de su solitario mundo queda bien cerrado como marca su estricto código moral. Su honor ha quedado impoluto.
La obra más perfecta del gran Melville, el maestro del género noir rodado en Francia.

"El árbol del ahorcado", ("The hanging tree", Delmer Daves,1959).

Un extrano médico, (un sereno Gary Cooper ya bastante enfermo, murió dos años después del rodaje), llega a un pueblo de una explotación minera en el Montana de la fiebre del oro de 1875. Una maravillosa canción nos acompaña y nos habla sobre un árbol del ahorcado que acabamos presenciando y viendo en pantalla a la entrada de la villa. Simboliza y nos advierte claramente sobre la muerte, "el que la hace la paga". El bien y el mal. Con esta simbología comienza este extraordinario western psicológico y a la vez bíblico, del menospreciado y bastante olvidado Delmer Daves, autor de grandes westerns anteriores como, "Flecha rota", o "El tren de las 3:10". La película nos remite claramente hacia la cristiandad más ancestral. El médico huye de su pasado habiendo hecho el mal y ahora solo quiere hacer el bien, ayuda y salva a un joven ladrón de la horca, (lo hace su ayudante de consulta médica para que aprenda a ganarse la vida dignamente), cura de la ceguera a una chica tras un accidente en la diligencia, y la cuida y protege frente a las hostilidades del lugar. Él es metafóricamente, la imagen de Jesús, la recuperación de la vista de la chica parece un milagro, y él predice lo que va sucediendo constantemente. La cámara siempre lo enfoca en contrapicado, siempre está arriba, su casa también se encuentra a lo alto de la colina, las gentes del pueblo siempre son mostradas abajo en plano picado, no es gratuito, él es la divinidad. Pero su pasado le atormenta, descubrimos que mató a su mujer y a su hermano por infidelidad, ahora entendemos su redención personal y su camino hacia hacer el bien. Es ahora cuando la joven curada jugará un papel transcendental. El personaje interpretado magistralmente por Karl Malden intentará violarla, (él personifica el pecador hacia la carne y ella la tentación, continuan las connotaciones biblicas del relato). Pero el médico la salvará y al matar al violador será juzgado por la masa y será llevado a la horca. Varias secuencias antes, ella había logrado encontrar oro en las raices de un gran árbol, y ahora lo utilizará como cambio hacia los ejecutores para salvarle la vida al médico. Ellos aceptarán esta riqueza material, y ella lo substituye por el amor más espiritual hacia él. Él, siempre arriba en la horca, (como Jesus en el monte del Sinahí), acaba besando a la chica y así habiendo presenciado tal acto de bondad de ella, logra liberarse de su oscuro pasado y la acaba aceptando. Su mística redención a concluido en su forma, como no podía ser de otra manera, más religiosa. El amor y la verdadera felicidad están en el corazón, y no en la superficialidad de lo material. El árbol como decía al principio se convierte en el símbolo total del relato. En la presentación del film es el mal, en el nudo es la riqueza más superficial, (el oro aparece después de una tormenta en las raices de un árbol), y en el desenlace es el bien y el amor. La canción del prólogo vuelve a ser utilizada, pero ahora la letra se transforma en el árbol de la vida. Brillante y emotivo al mismo tiempo. Una lección de puesta en escena.
La obra maestra del gran Delmer Daves.

"Una partida de campo", ("Une partie de campagne", Jean Renoir,1936).

Una familia Parisina compuesta por padre, madre, hija, suegra y yerno, van a pasar un domingo cualquiera al campo. Con este sencillo planteamiento y con solo 40 minutos de duración, el maestro Jean Renoir va a construir una de las obras poéticas más maravillosas de la historia del cine, a la vez de hacerle un gran homenaje a su padre, el gran pintor impresionista Auguste Renoir.
La familía se va a instalar en un apacible lugar repleto de naturaleza, con un restaurante, columpios y cerca de un rio. A través de la ventana del restaurante dos jóvenes remeros van a obserbar a la hija y la madre como se columpian, sus instintos más carnales y pasionales quedan alterados. Renoir como en un lienzo de su padre capta una emoción indescriptible desde esa ventana, (extraordinario momento con la joven balanceándose), pero con la diferencia del movimiento y del sonido, (lo que el cine solo es capaz de conseguir y la gran diferencia con la pintura). Aqui tanto la cámara con pequeños barridos de arriba a abajo, como el propio acto de columpiarse son móviles y añadimos el sonido ambiental del viento o los pájaros. Esta es la esencia que quiere conseguir Renoir, que dentro del propio lenguaje cinematográfico entremos en una catarsis emocional y lírica a través de lo que vemos y escuchamos. Aqui no tenemos una historia prosaica con un nudo y un gran climax final como en la gran mayoría de filmes. Aqui Consiste en la abstracción de lo cuotidiano y en dejarnos envolver en la naturaleza más pasional. Y Renoir lo consigue a la perfección. Los chicos mientras padre y yerno quedan dormidos aprovehan para hacer un relajante paseo con la hija y madre en sus barcas. Movimiento y sonido ambiental continúan con nosotros, el fluir del agua del río, el viento que acecha la vegetación, el propio movimiento de las barcas... Poesía visual en estado puro, (mezclada además con una maravillosa partitura musical de Joseph Kosma). Y todo ello concluirá con la hija y uno de los remeros haciendo el amor  tumbados en la hierba en una de las mejores elipsis jamás hecha. La pasión una vez más, para Renoir naturaleza y la pasión más carnal siempre van unidas. Años más tarde en 1959 lo lleva al límite en su genial película  "Comida sobre la hierba", donde la naturaleza acabará imponiendo una encarnizada lujuria sobre las gentes. Después de su romántico y carnal encuentro la pareja volverá a reencontrarse mucho tiempo después en el mismo lugar, ella ya casada con el yerno quedará envuelta en una gran tristeza, añora aquel encuentro pasado con él. En la monótona ciudad no tiene la pasión a la que la bella y envolvente naturaleza le condujo. Siempre quedará en su memoria.
Un gran homenaje pictórico y lírico de Jean Renoir a su padre rememorando su infancia juntos en el campo, pero a través de la esencia del cine. Una de las cumbres de la historia del séptimo arte del gran maestro Jean Renoir.

"Alarma en el expreso", ("The lady vanishes", Alfred Hitchcock, 1938).

Un tren llega con retraso y los pasajeros han de hospedarse en un hotel. Por la noche escuchamos a un músico entonar una canción y obserbamos como una anciana,(maravillosa e inolvidable Dame May Whitty), se la memoriza, acto seguido  el músico es asesinado, solo los espectadores hemos visto el asesinato, (sabemos más que los petsonajes, como siempre en el cine de Hitch). Con esta larga y reposada secuencia de más de 20 minutos de duración, el maestro Alfred Hichcock nos ha presentado a todos los personajes de la función y nos ha introducido en el suspense con un asesinato y una extraña canción. Pero se acabó la tranquilidad, Hitch nos mete de lleno en el tren a un ritmo vertiginoso. La anciana desaparece misteriosamente del vagón donde se alojaba, y solo una joven compañera de vagón parece haberse dado cuenta y pregunta donde está, pero nadie parece haberla visto nunca y la toman por loca. El tren sigue a toda marcha, dos pasajeros se quejan de que no llegarán a tiempo a ver el último partido por culpa de los retrasos a causa de la supuesta locura de la joven, (es el tradicional toque de humor del maestro que va a repetir durante todo el metraje). Al fín un joven seductor le toma en serio a la chica. Investigan por todo el tren. Los espectadores seguimos teniendo más información que supuestamente los personajes, al saber que ella dice la verdad de la anciana porque nosotros la hemos visto. Después de varias advertencias de suspense, como la de una larga secuencia en un vagón de mercancía con el material de magia de un mago, y un misterioso intercambio de pacientes, descubrimos que es un complot internacional de espionaje. Los pasajeros que fingian no haber visto nunca a la anciana estaban en complot. La cancioncilla del principio era un mensaje secreto, el clásico "macguffin" de Hitch, (elemento de suspense para hacer avanzar la trama). El tren sigue a toda velocidad y así se salvarán los protagonistas de los villanos huyendo y llegando a la frontera. El mensaje está a salvo y en un extraordinario final vemos que los dos pasajeros que se quejaban por el retraso se quedan finalmente sin partido porque se ha suspendido, (cierre perfecto a la narración humorística del relato), y sobretodo porque vemos a la ancianita tocando la canción secreta a piano cuando pensábamos que había fallecido. Nos causa la misma sensación sorpresiva en su reconfortante aparición que cuando desapareció. No se puede finalizar mejor la película.
Una de las grandes joyas de Hitchcock de su etapa inglesa.

"El viento", ("The wind", Victor Sjostrom, 1928).

Una joven huyendo de un fracaso sentimental, llega a una región de Texas donde un fuerte viento no para de soplar incensantemente. Con este planteamiento comienza la  extraordinaria obra maestra de Victor Sjostrom en Hollywood. El director sueco ya nos había deleitado con su talento, en su Suecia natal dirigiendo la genial" La carreta fantasma", e interpretando como actor magistralmente ya de anciano para Ingmar Bergman, la obra maestra" Fresas salvajes".
La joven, interpretada por la gran Lillian Gish, (la actriz fetiche anteriormente de Griffith), viaja en un tren en su destino a Texas. Un pasajero se fija morbosamente en ella y de repente un fuerte viento entra en el vagón por la ventana. El hombre acude a resguardarla.  Sjostrom nos marca ya con una clara advertencia sobre el destino de la chica relacionándola con este extraño hombre y con el viento. Después de hospedarse en casa de su primo tras luchar contra la hostil climatología en el último trayecto en caravana, acude a un baile. Dos hombres se le declaran, (uno de ellos es el del tren), pero algo vuelve a suceder. En una espectacular e increíble secuencia, un gran tornado acecha el lugar. Otra clara advertencia. Tras la calma la joven al pelearse con la mujer de su primo porque ella no la acepta, decide casarse con el otro pretendiente solo para huir. Él descubre que no la quiere, el viento ya ha hecho mella en la joven y le afecta psicológicamente y no se entrega sexualmente. Él lo acepta. La joven si se queda en casa sola no puede vivir con ese brutal viento, y si acompaña al marido a trabajar fuera, aún sopla más fuerte. No puede ya escapar de él, está atrapada. Un tiempo después, el otro pretendiente sin estar el marido, la viola. Ella lo mata de un disparo. La advertencia narrativa que nos proponía Sjostrom uniendólos constantemente a los dos con el viento queda resuelta, era una tragedia. Pero el cinesta nos tiene reservada una sorpresa. Ella decide enterrarlo pero el viento libera el cadaver de la arena. Entonces aún no ha vencido. Por lo tanto, es la naturaleza la verdadera villana y es tan cruel? Pues no siempre, al final el viento lo vuelve a enterrar definitivamente bajo la arena y ella se da cuenta que él ha obrado finalmente bien. Ha actuado con justícia sobre un violador. Comprende entonces que se puede convivir con él. Ya queda liberada de su angustia y se entrega a él. Ya puede amar libremente también a su marido. Un extraordinario plano general nos muestra a la pareja con el viento soplando fuertemente sobre ellos, pero ella ya no siente dolor, ya no le teme. La climatología forma parte de la naturaleza, y hay que aceptarla tal y como es. Puede ser cruel pero también bondadosa.
Una de las grandes obras maestras del cine silente y de toda la historia del cine.

"Crepúsculo en Tokio", ("Tokyo boshoku", Yasujiro Ozu,1957). 

Una de las joyas menos conocidas y sombrías del maestro japonés. Chishu Ryu interpreta como siempre al padre, pero en esta ocasión no es viudo sino separado. Tiene dos hijas, la mayor, (una extraordinaria Setsuko Hara), se acaba de separar y tiene a una bebé, y la menor tiene graves problemas y acaba pidiendo dinero a escondidas a su tía sin contar porque lo necesita. Todos fueron abandonados por la madre. El padre intenta ayudarlas pero no puede conseguirlo. Es por esta razón que surge la primera gran diferencia que nos propone Ozu en este film con respecto a sus otras obras, el padre no va a ser ahora el protagonista al no poder solucionar los problemas de sus hijas. El peso narrativo va a recaer en esta ocasión en sus hijas. Sus clásicas diferencias paternofiliales son ahora abordadas desde otro punto de vista. La hija menor descubrimos que está embarazada y busca constantemente a su novio. Este no quiere saber nada de ella y la evita. Estamos por tanto ante un relato más triste y oscuro que lo que normalmente nos cuenta Ozu. He aqui entonces su segunda gran diferencia, ahora en su puesta en escena, por eso la fotografía es más oscura, no por casualidad la historia transcurre siempre de noche. Hasta sus maravillosos y poéticos "pillow shots" son ahora nocturnos. La hija menor busca a su chico hasta altas horas de la madrugada recorriendo varios garitos. Es en uno de ellos donde va a surgir el gran tema del film, la figura de la madre. Las dos hijas van a reencontrarse con ella, ha regresado a Tokio. Pero no la van a aceptar en sus vidas, ya es demasiado tarde después de no haber estado con ellas durante tantos años. La hija menor se ve totalmente sola y desesperada y acaba abortando. Sigue la tristeza del relato, la hija mayor intenta también ayudarla pero tampoco puede hacer nada. La tragedia va a ser inevitable. De noche, como no podía ser de otra manera, la hija menor se suicida, (genial secuencia fuera de campo con el sonido del tren). Ni siquiera el padre y la hija mayor saben lo del aborto. He aqui el gran acierto narrativo de Ozu, no hace falta que lo sepan porque la culpable del suicidio indirectamente ha sido la madre. Si hubiera estado en casa, hubiera podido ayudar a su hija y habria evitado la tragedia. Estos problemas de las hijas los resuelven mejor las madres que no los padres. Cada progenitor tiene su función. La unidad familiar es básica e imprescindible para Ozu. La madre al enterarse de la muerte de su hija, en una triste y genial secuencia en la estación de tren, se marcha esperando una reconciliación por parte de su otra hija que no se producirá. Tantos años fuera del hogar ya no tiene solución. Por eso la hija mayor va a regresar con su marido para que su hijita tenga a sus dos padres en la mencionada unidad familiar, y poder evitar así futuras tragedias. Pero Ozu nos quiere dar esperanzas y no quiere finalizar así la historia. Es por ello que al final después de un maravilloso y fordiano plano del padre con una fotografía de su fallecida hija, le dá ahora sí, el protagonismo al padre. Él va a cerrar el film en el último plano, estando ya en la soledad como siempre. Vuelve la normalidad en la estructura fílmica de Ozu, y marcha hacia su trabajo. El  pesimismo ha quedado atrás. La oscuridad del relato ha desaparecido. No por casualidad este último plano transcurre ahora de día.
Una de las grandes obras maestras de la extraordinaria obra del genio Yasujiro Ozu.

"El moderno Sherlock Holmes", ("Sherlock JR", Buster Keaton, 1924).

Keaton interpreta a un fracasado proyeccionista de una sala de cine, y sueña con ser detective. Con este planteamiento comienza una de las obras más perfectas y maravillosas del genio de Keaton. Totalmente inspiradora para films posteriores tan diferentes como por ejemplo, la obra maestra de Lang, "La mujer del cuadro", o la magnífica "La rosa púrpura del Cairo" de Woody Allen.
Como siempre en Keaton su personaje intenta conseguir a la chica protagonista, y después de perderla al acusarle injustamente de haber robado un reloj, se queda dormido mientras poyecta una película policiaca de Sherlock Holmes. Aqui comienza una de las mejores secuencias de toda la obra de Keaton. Ya soñando se mete literalmente en la pantalla de cine de la película que está proyectando, e interactua con lo que va sucediendo dentro de ella. Los cambios de plano de ella, le afectan físicamente uno detrás de otro. Una auténtica maravilla de combinación de su agilidad y de montaje cinematográfico. Es el cine dentro del cine. Él ahora es Holmes y los personajes y la trama detectivesca son parecidas a las de su vida real. Investiga el caso de unas joyas robadas. Continúa dentro de la pantalla. Descubre fácilmente al ladrón escondiéndose en su coche, y consegue huir en motocicleta y después en automóvil en unas espectaculares secuencias con unos gags otra vez como antes, de una perfección y una creatividad inigualables. Vuelve a interactuar con todo lo que tiene alrededor rozando el peligro constantemente y logrando salvarse en el último instante. Como no podía ser de otra manera acaba salvando a la chica y venciendo al villano. Y al despertarse de su gratificante sueño y volver al mundo real, la chica ha descubierto que él no era el ladrón del reloj. También consigue a su amor ahora, y Keaton finaliza con un antológico gag del proyeccionista imitando lo que hace Sherlock con su chica en la pantalla. El cine ha sido la gran inspiración de nuestro protagonista y gracias a la intertextualidad con él, ha conseguido que sus grandes sueños se hagan realidad. Ya no es un fracasado, es un triunfador.
Una de las grandes obras maestras de Keaton y de la historia del cine.

"Berlin express", (Jackes Tourneur, 1948).

Una extraordinaria película de Jackes Tourneur fusianando a la perfección una trama de espias hitckoniana, con la mejor ambientación noir, (como en su maravillosa "Retorno al pasado"), y un estilo semidocumental parecido al neorralismo de Rosselini de su genial trilogía de la guerra compuesto por "Roma ciudad abierta", "Paisa", y "Alemania año cero". Una paloma de la paz muerta con un mensaje secreto en Paris. Seguidamente tras la policía intentar descifrar su enigma, nos adentramos en un tren, como en las grandes películas de espias de Hitch de los años treinta. Ahora una extraordinaria presentación en travelling lateral de todos los personajes del relato de diferentes nacionalidades: Un americano, (un espléndido Rober Ryan como siempre), una francesa, un alemán, un inglés, un ruso y finalmente otro extraño alemán. Todos conforman los paises que están reconstruyendo la Alemania de la posguerra. Después de desarrollarse la acción de espionaje dentro del tren que acaba en un misterioso asesinato, nos dirijimos a Frankfurt. La película se rueda en 1948 y la trama del film se desarrolla en ese mismo año. Por lo tanto estaba la ciudad totalmente destruida en la realidad. Un documento desgarrador que ha quedado para la posteridad de la devastación que sufrió Alemania. Con un valor cinematográfico único de las consecuencias que tuvo la segunda guerra mundial. Estamos por tanto en un escenario de horror al estilo neorralista Rosseliniano. Ya tenemos desarrollada la acción, los personajes, y los lugares. Al llegar a Frankfurt la atmósfera semidocumental se va a combinar con el noir marca de la casa del propio Tourneur. Investigación policial de noche con fotografía expresionista, y desarrollo en los más clandestinos garitos del lugar. En una extraordinaria secuencia en una cervecería abandonada desentrañamos todo el misterio. Una red de nazis intenta matar a un científico alemán, que trabaja en la reunificación y reconstrucción de Alemania con la unión de todos los paises. Volvemos otra vez al tren pero ahora con dirección a la Berlín igualmente destruida. Pero el villano de la función aun está libre. En una celebre secuencia con el reflejo en la ventana de otro tren que circula en frente, el personaje de Ryan descubre el intento de asesinato del villano al científico alemán y acaban abatiéndolo. La trama de espionaje está cerrada. Pero a Tourneur le interesa más la situación entre las diferentes nacionalidades de la reconstrucción y no quiere cerrar su película así. Al llegar a Berlín todos los personajes se van a separar. Cuando parecía que el personaje ruso tiraba una nota de compañerismo del americano, descubrimos que se le había caido por accidente. Todos se dan cuenta y se despiden entre sonrisas. Torneur quiere finalizar dándonos esperanzas. Es posible un mundo mejor entre todos, pero sin olvidar la más cruda realidad, por eso el último plano del film nos muestra a un mutilado de guerra caminando. La humanidad no puede volver a cometer los mismos errores para evitar estas terribles consecuencias. Una auténtica maravilla, una de las grandes obras maestras del gran Jackes Torneur.

"Le Jour se lève", (Marcel Carné, 1939).

Un contrapicado de un ciego subiendo las escaleras de un edificio, seguidamente una panorámica hacia arriba que finaliza en una puerta. Sin entrar dentro de ella en fuera de campo, escuchamos un disparo y al abrirse la puerta vemos a un hombre caer muerto. Después descubrimos al asesino, (un brillante Jean Gabin) y tras el acoso de la policia se encierra en su casa. Con este magistral inicio comienza una de las grandes películas del realismo poético francés de preguerras realizada por uno de sus maestros, el gran Marcel carné. A continuación mediante unos extraordinarios fundidos encadenados el relato nos va a contar en forma de flashbacks el porqué de este crimen. El film por lo tanto se anticipa a la estructura habitual del posterior noir americano con su esquema de comenzar por el final. Los fundidos encadenados para los cambios temporales también fueron muy innovadores y también han sido muy imitados a posteriori, Coppola los utiliza espléndidamente por ejemplo en su icónica "El padrino 2". La situación social obrera de la época en Francia era de un pesimismo brutal por las huelgas de los trabajadores del frente popular frente al estado, el preludio de la guerra que se avecinaba tampoco ayudaba. Este pesimismo es trasladado a la pantalla por Carné. La fotografía es oscura, nos guia por la fatalidad que vendrá. Como en el noir americano, pero aqui lo importante no es la investigación policial sino el realismo social. Las calles están siempre repletas de gente. El personaje de Gabin es por lo tanto un obrero. Conoce ha una chica joven y se enamora, ella a su vez tiene un amante, (Jules Berry). El amante es dejado por otra mujer más mayor, y esta otra mujer se lia también con el obrero. Estamos por lo tanto ante parejas promiscuas, algo muy moderno para su época, (por eso nunca se estrenó en España). Al fín el obrero y la joven deciden quererse los dos solos abandonando a sus otras parejas, pero él sigue estando algo triste, aun así no es feliz del todo. El pesimismo de su vida laboral de tanto madrugar y trabajar le absorbe. El ambiente social también le tiene atrapado. La sociedad está combulsa. Los celos por parte de ambos hombres nos conducirán irremediablemente a la muerte por asesinato del personaje de Jules Berry. El porqué del crimen ya está entonces resuelto, los flashbacks ya han finalizado. Pero a Carné le interesa más el realismo poético. Por eso el film no acaba con la resolución del asesinato. Terminará con el suicidio del personaje de Gabin. Esa es la única solución para su triste vida. Además el último plano de Carné con el que cierra el film es antológico, el ya muerto en el suelo es acompañado del humo de gas que habia lanzado la policía para sacarlo de su casa. Este humo remite metafóricamente a su monótona vida de obrero que no soportaba y que no le dejaba tener la felicidad completa. Estaba atrapado y ya ha encontrado la única salida que le quedaba. Una de las mejores películas de Marcel Carné y una de las grandes obras maestras del cine francés de los años treinta.

miércoles, 27 de mayo de 2020

"Chicago, año 30", ("Party girl", Nicholas Ray, 1958).

Un abogado crimininalista, que defiende a una banda de mafiosos en el Chicago de los años treinta, (Robert Taylor), conoce un día a una bailarina, (Una exhuberante Cyd Charisse) y ello le hará replantearse su vida. Con este argumento el maestro Nicholas Ray, en cinemascope, en un extraordinario technicolor, y con unos maravillosos números musicales, nos conducirá a su tradicional mundo del melodrama romántico haciendo a su vez un homenaje al cine de gangsters de los años 30. Después de una fiesta Robert Taylor conocerá a Cyd Charisse y quedará totalmente prendada de ella, y ya no podrá escapar de ella. Seguidamente el abogado en una extraordinaria secuencia defenderá a un criminal de la banda del capo interpretado por un brillante, (Lee J. Cobb). Utilizará el método del reloj, una artimaña que utiliza para ganarse al jurado. Siempre le sale bien. Gana el caso, pero después de ver a la bailarina en un número musical maravilloso, empezará a replantearse si su vida a valido la pena ética y moralmente defendiendo a criminales. Ella puede ser la salida para un nuevo comienzo. La extraordinaria utilización del scope y el color utilizados por Ray, refuerzan la idea de un futuro de esperanza de más amor y de poder disfrutar de la vida de una forma más bondadosa. La relación de ambos se estabiliza y se van a un romántico viaje por Europa, ya no hay escapatoria. Él ya ha tomado la decisión, quiere estar con ella y abandonar a la banda criminal. Pero su jefe mafioso no lo acepta y después de amenazarlo con hacerle daño a ella, él aceptará un último caso. Defender a un capo de otra banda, pero acabará por no realizarse tal juicio porque se desencadenará una guerra entre las dos bandas y el abogado al presenciar una matanza, (brillantes secuencias rápidas de tiroteos, en claro homenaje al cine de antaño de gangsters), acabará en la cárcel como instrumento para el fiscal del distrito que quiere empapelar desesperadamente al capo. El abogado saldrá de la cárcel con un arriesgado plan del fiscal para poder atraparlo. Nos vamos a encontrar ante un desenlace del film increible. El capo después de secuestrar a la chica se la mostrará al abogado haciéndole pensar que le ha desfigurado la cara. Recordando la legendaria secuencia de "Los sobornados" de Fritz Lang de 1953 cuando Lee Marvin arroja café hirviendo a la cara de Gloria Grahame, pero aqui es un farol. Entonces el abogado volverá a utilizar su famosa artimaña del reloj pero ahora para salvar su vida. Hace ganar tiempo a la policía que terminará por abatir a la banda mafiosa. Brillante final, la pareja ya está a salvo, el romanticismo de siempre de Ray ha sido el gran desencadenante de los grandes sueños de los protagonistas, pero a diferencia de su film "Los amantes de la noche" ahora se van a cumplir. El pesimismo de antes se convierte en esperanza. Un mundo mejor les aguarda. Una absoluta obra maestra de madurez del gran Nicholas Ray.

"El demonio de las armas", ("Gun crazy", Joseph H. Lewis, 1950). 

Un niño observa una pistola en un escaparate de una tienda de armas, rompe el cristal y la roba junto con su munición, después se resbala y cae al suelo y un policía lo detiene. Ahora en tres extraordinarios flashbacks, su hermana, sus dos íntimos amigos, y su profesora de la escuela, intentan convencer a un juez que le gustan las armas y disparar desde siempre, pero que nunca le ha hecho daño a ningún ser vivo. Con este extraordinario inicio, donde se describe a la perfección la obsesión del protagonista ya desde niño por las armas, pero también su incapacidad de hacer daño a ningún ser vivo, Joseph H. Lewis, uno de los grandes maestros de la serie B de Hollywod, realiza una de las más grandes películas de cine negro de la historia del cine, con una inventiva visual y un ingenio narrativo debido al lógico bajo presupuesto de la película, increíble. Tras el juicio el niño irá 4 años a un correccional de menores y a la armada. Ya es mayor, (ahora ya está interpretado por John Dall), y su obsesión por las armas y su bondad siguen intactos. En una noche en una feria ambulante va a conocer y a quedar totalmente atrapado y fascinado por una de las más crueles y malvadas femmes fatales del género noir, una bellísima Peggy Cummins. Es una fanática de las armas también y su presentación y el duelo con John Dall para demostrar quien es el mejor disparando es una maravilla, ya nos transmite claramente la maldad que va a ejercer ella sobre él y como va a marcar su trágico destino. Tras ganar él, y después de trabajar juntos un tiempo en la feria serán expulsados de ella, y en una brillante secuencia elíptica con rápidos fusionados encadenados, Lewis nos cuenta a la perfección una vez más, como ellos dos se casan, su luna de miel y su inmediata ruina. Él quiere trabajar pero ella ansía una vida de lujos, y convence a Dall de delinquir robando bancos. Él solo lo hace por la atracción que siente por ella. Tras varios robos a pequeños comercios, van a atracar un banco en un excepcional plano secuencia que forma ya parte de la historia del cine. En tres minutos en el mismo plano, Lewis nos cuenta la llegada en coche al banco, el atraco en fuera de campo de él, la disputa de ella con un policía y la fuga y persecución tras la huida, magistral. Tras otro robo, él queda traumatizado tras tener que disparar a las ruedas de un coche policial y ella lo volverá a convecer con su belleza y maldad de hacer un último atraco. Todo es una horrible pesadilla para él, excepto ella. Intentan separarse en dos coches tras la huida para reencontrarse más adelante pero la atracción de ambos es más fuerte y se vuelven a unir. Es como dice el gran diálogo del film, las balas no pueden separse de una pistola. Pero el fatal destino hace que se queden sin el botín del atraco y regresen a las montañas de la infancia de él, donde en un extraordinario desenlace con sus dos amigos de antaño, en un pantano con una niebla que nos remite claramente a una pesadilla, los dos morirán. La malicia de ella con su belleza lo arrastró a él y le venció, y los condenó para estar juntos para la eternidad. Era su único e irremediable destino. La pesadilla finalizó. Una absoluta obra maestra del cine noir, de uno de los grandes maestros de la serie B hollywoodiense.