domingo, 21 de junio de 2020

"Conspiración de silencio", ("Bad day at Black Rock", John Sturges, 1955).

Un tren circulando a tremenda velocidad para en un inhóspito y desértico pueblo llamado Black Rock y baja de él, un misterioso hombre manco llamado John MacReedy, (un sereno y brillantísimo Spencer Tracy).
Con esta inicial escena comienza la gran obra maestra del gran y minusvalorado John Sturges, cineasta que con este western atemporal de intriga ambientado en el 1945, consiguió la perfección fusionando magistralmente una historia de odio y racismo con una espléndida fotografía en color y en cinemascope, además  de manejar muy acertadamente un reparto de actores inigualable.
El tren a toda velocidad ya nos indica desde el principio que el relato va a a ir muy rápido, en veinticuatro horas va a pasar toda la acción. Nada más llegar al pueblo MacReedy va a recibir una extraña hostilidad por parte de casi todos los habitantes. El formato ancho nos muestra en el mismo plano a todo el pueblo, va a ser la brillante composición visual que Sturges va a utilizar narrativamente durante todo el film. El tren hacía cuatro años que no paraba en este lugar. Él pregunta por un rancho pero nadie le ayuda. Entra al hotel para hospedarse y el dueño le dice que no hay habitaciones libres pero descubre que están casi todas vacías y se instala en una de ellas. Al salir del baño un vaquero, (un genial Lee Marvin), le espera en su cama y le intimida. Algo misterioso pasa en este pueblo. Ahora aparece en el hall del hotel el que parece ser el dueño del pueblo, el señor Smith, (Robert Ryan), el plano lo encuadra a él y a varios más conjuntamente, (el scope realza nuevamente y claramente la idea de que todo el pueblo y sus habitantes van unidos y esconden y silencian un misterio). MacReedy y Smith se reunen y nos enteramos del motivo de su llegada a Black Rock, busca a un japonés llamado Joe Komaco para entregarle la medalla de honor que recibió su fallecido hijo en la segunda guerra mundial por salvarle la vida. Smith y su banda deciden liquidar al forastero por fisgonear y poder descubrir su terrible secreto.
MacReedy alquila un jeep y decide ir al rancho y descubre que está abandonado, y gracias a unas flores que solo nacen en lugares donde han sido enterrados seres humanos deduce que Komaco fué asesinado allí. Pero porqué? Al intentar regresar al pueblo, uno de los esbirros de Smith, (un sensacional Ernest Borgnine), le persigue con su coche en una extraordinaria secuencia de  ritmo vertiginoso y le acaba haciendo salir de la carretera. Después de conseguir al fín llegar al pueblo, McReedy decide irse pero el siguiente tren sale a la mañana siguente. Va hacia la cantina a comer y nuevamente se va a enfrentar en una antológica y maravillosa escena que está en los anales de la historia del cine, con el personaje de Borgnine, pero esta vez y con una sola mano él saldrá victorioso. Se instala nuevamente en el hotel y allí gracias a su sabiduría y brillante ingenio, el doctor, (un gran Walter Brennan como siempre) y el dueño del hotel le contarán finalmente el gran secreto. Después del ataque japonés a Pearl Harbour del 1941 se instaló un gran odio racista hacia los japoneses que residían en los Estados Unidos. Komaco era uno de ellos y fué una de sus víctimas. Lo mató Smith con su banda y todo el pueblo decidió silenciarlo. El sheriff del pueblo por cobardía, el dueño del hotel por miedo, y el doctor por desidia habían callado lo sucedido, pero gracias a MacReedy han sido convencidos de la inutilidad de vivir silenciando semejante asesinato, porque siempre estará en sus conciencias, y por eso acabarán ayudándole. En un brillante final nocturno, MacReedy vencerá a Smith quemándolo, (Komaco había sido quemado también), y la banda será detenida y entregada a la policía. El tortuoso secreto que albergaba el lugar ha quedado liberado. El odio racista hacia el diferente ha sido vencido por la justicia de un noble forastero. Entrega la medalla de honor al doctor y se va en el tren nuevamente a toda velocidad. En un solo día ha logrado redimir al lugar de cuatro avergonzantes años de silencio, y su entrega de la medalla de honor le otorgan paz y prosperidad a Black Rock.
 La gran joya de John Sturges y posiblemente la mejor y mas perfecta película de toda su carrera.

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