jueves, 28 de mayo de 2020

"El viento", ("The wind", Victor Sjostrom, 1928).

Una joven huyendo de un fracaso sentimental, llega a una región de Texas donde un fuerte viento no para de soplar incensantemente. Con este planteamiento comienza la  extraordinaria obra maestra de Victor Sjostrom en Hollywood. El director sueco ya nos había deleitado con su talento, en su Suecia natal dirigiendo la genial" La carreta fantasma", e interpretando como actor magistralmente ya de anciano para Ingmar Bergman, la obra maestra" Fresas salvajes".
La joven, interpretada por la gran Lillian Gish, (la actriz fetiche anteriormente de Griffith), viaja en un tren en su destino a Texas. Un pasajero se fija morbosamente en ella y de repente un fuerte viento entra en el vagón por la ventana. El hombre acude a resguardarla.  Sjostrom nos marca ya con una clara advertencia sobre el destino de la chica relacionándola con este extraño hombre y con el viento. Después de hospedarse en casa de su primo tras luchar contra la hostil climatología en el último trayecto en caravana, acude a un baile. Dos hombres se le declaran, (uno de ellos es el del tren), pero algo vuelve a suceder. En una espectacular e increíble secuencia, un gran tornado acecha el lugar. Otra clara advertencia. Tras la calma la joven al pelearse con la mujer de su primo porque ella no la acepta, decide casarse con el otro pretendiente solo para huir. Él descubre que no la quiere, el viento ya ha hecho mella en la joven y le afecta psicológicamente y no se entrega sexualmente. Él lo acepta. La joven si se queda en casa sola no puede vivir con ese brutal viento, y si acompaña al marido a trabajar fuera, aún sopla más fuerte. No puede ya escapar de él, está atrapada. Un tiempo después, el otro pretendiente sin estar el marido, la viola. Ella lo mata de un disparo. La advertencia narrativa que nos proponía Sjostrom uniendólos constantemente a los dos con el viento queda resuelta, era una tragedia. Pero el cinesta nos tiene reservada una sorpresa. Ella decide enterrarlo pero el viento libera el cadaver de la arena. Entonces aún no ha vencido. Por lo tanto, es la naturaleza la verdadera villana y es tan cruel? Pues no siempre, al final el viento lo vuelve a enterrar definitivamente bajo la arena y ella se da cuenta que él ha obrado finalmente bien. Ha actuado con justícia sobre un violador. Comprende entonces que se puede convivir con él. Ya queda liberada de su angustia y se entrega a él. Ya puede amar libremente también a su marido. Un extraordinario plano general nos muestra a la pareja con el viento soplando fuertemente sobre ellos, pero ella ya no siente dolor, ya no le teme. La climatología forma parte de la naturaleza, y hay que aceptarla tal y como es. Puede ser cruel pero también bondadosa.
Una de las grandes obras maestras del cine silente y de toda la historia del cine.

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