jueves, 28 de mayo de 2020

"Le Jour se lève", (Marcel Carné, 1939).

Un contrapicado de un ciego subiendo las escaleras de un edificio, seguidamente una panorámica hacia arriba que finaliza en una puerta. Sin entrar dentro de ella en fuera de campo, escuchamos un disparo y al abrirse la puerta vemos a un hombre caer muerto. Después descubrimos al asesino, (un brillante Jean Gabin) y tras el acoso de la policia se encierra en su casa. Con este magistral inicio comienza una de las grandes películas del realismo poético francés de preguerras realizada por uno de sus maestros, el gran Marcel carné. A continuación mediante unos extraordinarios fundidos encadenados el relato nos va a contar en forma de flashbacks el porqué de este crimen. El film por lo tanto se anticipa a la estructura habitual del posterior noir americano con su esquema de comenzar por el final. Los fundidos encadenados para los cambios temporales también fueron muy innovadores y también han sido muy imitados a posteriori, Coppola los utiliza espléndidamente por ejemplo en su icónica "El padrino 2". La situación social obrera de la época en Francia era de un pesimismo brutal por las huelgas de los trabajadores del frente popular frente al estado, el preludio de la guerra que se avecinaba tampoco ayudaba. Este pesimismo es trasladado a la pantalla por Carné. La fotografía es oscura, nos guia por la fatalidad que vendrá. Como en el noir americano, pero aqui lo importante no es la investigación policial sino el realismo social. Las calles están siempre repletas de gente. El personaje de Gabin es por lo tanto un obrero. Conoce ha una chica joven y se enamora, ella a su vez tiene un amante, (Jules Berry). El amante es dejado por otra mujer más mayor, y esta otra mujer se lia también con el obrero. Estamos por lo tanto ante parejas promiscuas, algo muy moderno para su época, (por eso nunca se estrenó en España). Al fín el obrero y la joven deciden quererse los dos solos abandonando a sus otras parejas, pero él sigue estando algo triste, aun así no es feliz del todo. El pesimismo de su vida laboral de tanto madrugar y trabajar le absorbe. El ambiente social también le tiene atrapado. La sociedad está combulsa. Los celos por parte de ambos hombres nos conducirán irremediablemente a la muerte por asesinato del personaje de Jules Berry. El porqué del crimen ya está entonces resuelto, los flashbacks ya han finalizado. Pero a Carné le interesa más el realismo poético. Por eso el film no acaba con la resolución del asesinato. Terminará con el suicidio del personaje de Gabin. Esa es la única solución para su triste vida. Además el último plano de Carné con el que cierra el film es antológico, el ya muerto en el suelo es acompañado del humo de gas que habia lanzado la policía para sacarlo de su casa. Este humo remite metafóricamente a su monótona vida de obrero que no soportaba y que no le dejaba tener la felicidad completa. Estaba atrapado y ya ha encontrado la única salida que le quedaba. Una de las mejores películas de Marcel Carné y una de las grandes obras maestras del cine francés de los años treinta.

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